Fuente: 20 Minutos
La espalda es el eje de nuestro cuerpo y es importante prestarle especial atención, sobre todo en verano. Para cuidarla como es necesario, tenemos que hacerlo en diferentes aspectos.
1) No engordar para no sobrecargarla
Por un lado, debemos tener cuidado con nuestra alimentación, para que sea lo más sana posible y no engordar (o incluso adelgazar si lo precisamos) para no sobrecargarla.
2) Evitar los cambios bruscos de temperatura
Evitar los cambios bruscos de temperatura como sucede cuando pasamos del calor del verano al aire acondicionado. El aire frío sobre la espalda podría provocar contractura de la musculatura paravertebral, en especial en las cervicales que suelen ser las más expuestas. Para evitarlo es conveniente mantener el aire acondicionado a unos 22 grados aproximadamente de manera estable.
3) Nadar sí, pero con cuidado en piscinas y el mar
Además, debemos tener cuidado cuando nos bañemos en piscinas, embalses y mar para no tener lesiones: no nadar si estamos solos, tener en cuenta la profundidad antes de zambullirnos y considerar los bordillos y rocas que pueda haber alrededor para evitar hacernos daño.
Es verdad que nadar puede ser conveniente para nuestra espalda, ya que la columna no va cargando peso por flotar en el agua, pero hay que hacer caso a lo que nuestro propio cuerpo nos aconseja, es decir, si aparece dolor o molestias debemos evitar ese estilo de natación concreto o reducir la intensidad, por ejemplo.
Lo mismo es aconsejable a lo hora de escoger cualquier deporte que nos guste y que vayamos a hacer regularmente, que no nos provoque dolor. Puede ser, además de natación, correr, jugar al tenis, etc.
4) Usar siempre el cinturón de seguridad en los vehículos
Asimismo, para cuidar nuestra espalda en verano, época en la que se suelen hacer muchos desplazamientos, es importante llevar siempre los cinturones de seguridad en el vehículo y casco y otras protecciones cuando usemos patinete, bicicleta u otros medios.
5) Conviene realizar sentadillas y abdominales
Es apropiado, además, hacer ejercicios de musculación que trabajen varias zonas corporales como ponerse de puntillas, hacer sentadillas, extensión de la columna tumbados sobre el abdomen, abdominales, flexiones y algo de pesas, para que todos los músculos estén tonificados y ayuden a mantener erguida la columna y con un buen perfil o curvatura.
6) Evitar la exposición prolongada al sol
Además, con carácter general, debemos tener en cuenta que la exposición solar prolongada es perjudicial para la piel y debemos protegernos siempre adecuadamente evitando las horas centrales del día, cubriéndonos con un gorro, usando gafas de sol, llevando crema solar, buscando la sombra y llevando ropa apropiada.
A la hora de hacer deporte, además, se recomienda evitar las horas de altas temperaturas para mantener la correcta hidratación y evitar golpes de calor.
Con todas estas recomendaciones, nuestra espalda podrá pasar un buen verano y así prepararnos para cuando vuelva el frío.