Fuente: La Razón
Aunque son conocidas como enfermedades de transmisión sexual (ETS), actualmente se trabaja con el término ITS, infección de transmisión sexual. Manejamos más este término debido a que puedes infectarte con el agente causal y no llegar a desarrollar la enfermedad de manera inmediata. Puede no desarrollarse o desencadenar los signos/síntomas con el paso de los años. Aun así, aunque no se desarrolle la enfermedad, es un riesgo de Salud Pública ya que sí puede transmitirse y ser agente portador para otras personas con las que compartimos prácticas sexuales, ahora o en el futuro.
¿Qué son las ITS?
Son aquellas infecciones cuyo contagio primario se produce por contacto sexual, se transmiten durante las relaciones sexuales, especialmente en la penetración vaginal, anal y durante el sexo oral (contacto de la boca con la vulva, pene o ano), aunque también se pueden dar por contacto del vello, de la piel o de las lesiones dérmicas que se dan en varias de estas infecciones. Son las enfermedades transmisibles más frecuentes en todas las sociedades.
¿Cuáles son las infecciones más frecuentes?
VIH (virus de inmunodeficiencia humana), VPH (virus del papiloma humano), herpes genital, sífilis, gonorrea, clamidia, hepatitis A, B y C…
¿Se puede tener una enfermedad de transmisión sexual y no saberlo?
Perfectamente. El desarrollo de los signos o síntomas de la enfermedad no tiene que ser inmediata ni visible. Al cabo de los años, incluso, de infectarte con uno de estos microorganismos puedes empezar a desarrollar la enfermedad. Además, la persona afectada puede tener lesiones en zonas no visibles como podría ser el interior de la vagina o el ano, por lo que no necesariamente serían conscientes de la existencia de dichas lesiones o signos compatibles con la enfermedad.
¿Cuáles son los signos y/o síntomas más comunes?
Secreción inusual del pene o la vagina, de color o densidad anormales; pus; llagas o verrugas en el área genital; micción frecuente o dolorosa; picazón y enrojecimiento en el área genital; ampollas o llagas en o alrededor de la boca; mal olor genital; picazón, dolor o sangrado anal; dolor abdominal y fiebre.
Si se tienen síntomas, ¿qué hay que hacer?
Lo más importante a llevar a cabo se basa en tres vías de actuación, complementarias e imprescindibles todas. Pedir asistencia sanitaria, usar métodos barrera y avisar a las personas con las que ha tenido relaciones sexuales para que estén atentos a la aparición de síntomas y puedan tomar sus propias medidas o decisiones.
¿Cómo se contagian las infecciones de transmisión sexual?
Se transmiten debido al contacto sexual. Tanto penetración vaginal y anal, como sexo oral. La transmisión directa por contacto se da en muchas ITS, como el VPH, tan extendido en la sociedad actual y con consecuencias tan graves como el cáncer de cérvix o laringe. Además, hay una forma de contagio que las personas no suelen tener en cuenta y es por contacto de las secreciones de las mucosas genitales con pequeñas heridas o laceraciones en genitales, ano, boca, garganta… La barrera de protección cutánea está alterada y puede ser un medio de entrada del agente causal al organismo.
¿Cómo se pueden prevenir?
Mediante el uso correcto de métodos barrera; no utilizar la llamada marcha; vacunarse para prevenir el VPH y la hepatitis B; no automedicarse; y llevar a cabo educación afectivo sexual en el ámbito escolar, realizadas por profesionales cercanos, siendo la figura adecuada la enfermera escolar con la que los alumnos desarrollan un vínculo de confianza en el centro educativo.