Fuente: 20 minutos
Con la llegada del verano, la exposición a los rayos ultravioletas del sol aumenta considerablemente, por lo que es más importante todavía tomar medidas de protección para evitar quemaduras y otros problemas en la piel.
De hecho, hay que saber que los cánceres de piel están causados principalmente por la exposición a la radiación ultravioleta, como recogen desde la Organización Mundial de la Salud, donde también indican que, en 2020, se diagnosticaron más de 1,5 millones de casos a nivel mundial de cáncer de piel.
Así, evitar las quemaduras y protegerse del sol correctamente es fundamental para evitar los daños a causa de las radiaciones ultravioletas, más aún en verano.
¿Es mejor el protector o la sombrilla?
La mejor forma de protegerse del sol es una combinación del protector solar con la sombra o con el uso de prendas que cubran la piel. Sin embargo, en la playa, donde hay pocas formas de conseguir sombra y donde es común usar ropa de baño que no cubre nuestra piel, las cremas con factor de protección son muy importantes.
Esta recomendación de usar una crema con un factor alto de protección es igualmente fundamental aunque se use sombrilla, ya que muchas personas que se pasan el día bajo una sombrilla sufren quemaduras igualmente.
Esto es debido a que la mayoría de las sombrillas, aunque cumplen su función de dar sombra, no evitan que los rayos ultravioletas lleguen a nuestra piel. De hecho, hay estudios que lo demuestran.
Ejemplo de ello es la investigación realizada por los dermatólogos del Centro Médico de Lagone de Nueva York, que comparó la protección que otorga el protector solar frente a la sombrilla en relación con las quemaduras causadas por el sol.
Para ello, seleccionaron un total de 81 personas, que fueron divididas en dos grupos. El primero de los grupos estuvo durante tres horas y media al mediodía expuesto al sol solo usando una sombrilla para protegerse de los rayos, mientras que el segundo grupo usó solamente protector solar con un factor 100.
Al cabo de 22-24 horas, se evaluaron clínicamente las quemaduras solares de cada individuo para todas las partes del cuerpo expuestas al sol y los resultados fueron muy reveladores.
Concretamente, el 78% de los participantes bajo la sombra de una sombrilla de playa desarrollaron una quemadura solar, mientras que solo el 25% de los participantes que usaron protector solar presentaron quemaduras.
Eso sí, el estudio concluyó que "ni la sombra ni el protector solar por sí solos previnieron por completo las quemaduras solares", por lo que se concluyó que es importante concienciar sobre la necesidad de "combinar múltiples medidas de protección solar para lograr una protección óptima".