No siempre es sencillo encontrar el momento justo y oportuno para abrir un camino, desbrozar y eliminar los obstáculos que permiten encontrar una salida, una luz en el túnel, una ventana por la que entre el aire fresco, desmadejando lo oscuro, las tinieblas, lo que parece que no quiere verse, y, por tanto, afrontarse en la prevención del suicidio.
El momento para visibilizar el fenómeno del suicidio de manera sensible, digna, ética, científica y responsable parece haber llegado. Desaprovecharlo sería un terrible e imperdonable acto de imprudencia, insolvencia e incompetencia.
Y, si miramos de frente las cifras que deciden quitarse la vida cada año, es una evidencia palpable que esta sociedad no puede permitirse más. Bastante retraso llevamos ya en esta carrera por ahondar de manera decidida en la visibilización de una lacra que parte en dos al ser humano, le resquebraja las entrañas y produce una herida incurable en nuestra organización social.
Noticia completa en EFE Salud.