El Instituto de Investigación Sanitaria, Incliva, participa en el proyecto europeo "Choko-Age" que tiene como objetivo determinar si la ingesta de chocolate enriquecido con vitamina E tiene efectos favorables sobre la cognición y la fragilidad en pacientes mayores con deterioro cognitivo leve.
En el proyecto participan, además, la Universidad de Perugia y la Universidad de Verona, en Italia; la Universidad de Molde, en Noruega; y la Universidad de Liverpool, en Reino Unido. El equipo de investigación de Incliva, que forma parte de Ciberfes (Centro de Investigación Biomédica en Red de Fragilidad y Envejecimiento Saludable), del Instituto de Salud Carlos III, está dirigido por José Viña, coordinador del Grupo de Investigación en Envejecimiento y Ejercicio Físico, y Consuelo Borrás, coordinadora del Grupo de Investigación en Envejecimiento Saludable.
"Choko-Age" parte del supuesto de que una nutrición óptima y el ejercicio físico pueden actuar en sinergia para mejorar la calidad de vida de las personas mayores, al prevenir la desnutrición proteico-energética y la atrofia muscular asociada al paso de los años que pueden conducir al desarrollo de discapacidades y fragilidad, un síndrome geriátrico caracterizado por dificultades para responder a estrés menor, informa la entidad.
Un anciano frágil, frente a uno robusto, tiene un riesgo muy elevado de acabar siendo dependiente, por lo que prevenir, identificar y revertir el estado de fragilidad es fundamental para garantizar un envejecimiento saludable.
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