El sueño de diseñar moléculas a capricho que puedan curarnos o, simplemente, hacernos la vida más fácil, sumado al desarrollo de nuevas técnicas que apuestan por la sencillez para emprender este reto, ha valido a tres de sus impulsores el último premio Nobel de Química.
El premio Nobel de Química ha ido este año a parar a manos de la estadounidense Carolyn R. Bertozzi, el danés Morten Meldal y el también estadounidense K. Barry Sharpless, "por el desarrollo de la química clic y la química bioortogonal".
Con este premio, Barry Sharpless se acaba de convertir en la quinta persona que gana dos Nobel, puesto que ya había recibido este galardón en el año 2001.
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