El aumento de la esperanza de vida lleva a las mujeres españolas a superar, de media, los 83 años. Sin embargo, aunque cuentan con más tiempo que los varones, lo cierto es que las estadísticas confirman que su calidad de vida durante sus últimas décadas resulta inferior a la de ellos. ¿La razón? Pues todo apunta a que detrás de esa pérdida de bienestar físico, mental y social está, en muchas ocasiones, la menopausia, una etapa natural del proceso biológico de la mujer que, sin embargo, trae consigo una larga lista de síntomas y secuelas que merman la calidad de vida de ellas.
«El concepto global de salud va más allá de la ausencia de afecciones o enfermedades. Y esto, en el caso de las mujeres, debido a la revolución hormonal que sufren, resulta más complejo de alcanzar durante la menopausia y el climaterio, que es la fase posterior a la pérdida de la menstruación y que se convierte en la etapa más duradera en la que viven muchas féminas como consecuencia de esa larga esperanza de vida. A pesar de las creencias populares, este ciclo no tiene porqué equivaler a sufrimiento o molestias, pues ya tenemos alternativas muy eficaces para evitarlo», asegura el doctor Santiago Palacios, director del Instituto Palacios y ex presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia.
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