El dedo en gatillo es una afección que puede afectar a la calidad de vida de quien lo padece. Se caracteriza por causar dolor, rigidez y una sensación de que el dedo se nos atasca cuando se intenta estirar o doblar y se enquista. Puede aparecer en torno a los 40 años, aunque también hay una tipología que puede darse en recién nacidos porque nacen con esta afección.
Para entenderla un poco mejor entrevistamos en Infosalus al doctor Adolfo Galán, que es el presidente de la Sociedad Española de Cirugía de la Mano (SECMA), y quien nos explica que, en este caso, los tendones son como cuerdas que se encargan de unir los músculos del antebrazo con los huesos de los dedos, de forma que cuando los músculos se contraen, los tendones sirven para flexionar los dedos.
Detalla que los tendones pasan a través de un túnel en la palma y en los dedos, lo que les permite deslizarse sin problemas cuando se doblan o estiran los dedos. Además, dentro de estas "tuberías" hay unas bandas de tejido que se llaman 'poleas', que sostienen los tendones cerca de los huesos de los dedos, "de forma que cuando el dedo se doble el tendón se quede pegado al hueso no se haga un efecto de cuerda de arco".
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