Baja complejidad y alta eficacia: el contacto directo piel con piel entre el recién nacido y su madre o padre logra, entre otras cosas, una mayor supervivencia en los pequeños prematuros, es decir, aquellos nacidos antes de la semana 37 o con un peso igual o inferior a 1.500 gramos.
Esta práctica, conocida como el “Método Madre Canguro“, cuenta con evidencias científicas y el respaldo de organismos como la Organización Mundial de la Salud o UNICEF.
En EFEsalud contamos con la doctora Carmen Pallas, jefa del Servicio de Neonatología del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid para ahondar y conocer los beneficios que suponen estas prácticas para los prematuros, en su supervivencia y su calidad de vida.
Noticia completa en EFE Salud.