Vértigo es la sensación de movimiento o de giro de lo que nos rodea sin que realmente se produzca. Esta molesta sensación giratoria puede provocar desequilibrio e inestabilidad y, en algunas ocasiones, está acompañada de náuseas, pérdida de equilibrio, mareo o sensación de desmayo.
Existen dos tipos de vértigos, el periférico y el central. Según explica el doctor Nacho Llópez, otorrinolaringólogo del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, el vértigo periférico se debe a un problema en la parte del oído interno que controla el equilibrio (laberinto vestibular) y que puede involucrar el nervio vestibular que es el nervio que conecta el oído interno y el tronco encefálico.
En cambio, el vértigo central es debido a la alteración de los mecanismos neurológicos del propio sistema vestibular. “En estos casos es frecuente la existencia de alteraciones de la marcha y postura con inestabilidad muy llamativa, visión doble, problemas para la deglución o cefalea intensa”, asegura el otorrinolaringólogo.
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