Un nuevo estudio de la Universidad de Toronto (Canadá) ha realizado un seguimiento de más de 7.000 canadienses de mediana edad y mayores durante aproximadamente tres años para identificar los factores vinculados al bienestar a medida que envejecemos.

En su trabajo, publicado en la revista científica International Journal of Environmental Research, han descubrierto que quienes eran mujeres, casadas, físicamente activas y no obesas y quienes nunca habían fumado, tenían ingresos más altos y no padecían insomnio, cardiopatías ni artritis, tenían más probabilidades de mantener una salud excelente a lo largo del periodo de estudio y menos probabilidades de desarrollar problemas cognitivos, físicos o emocionales incapacitantes.

Como referencia, los investigadores seleccionaron a participantes que gozaban de una salud excelente al inicio del periodo de estudio de aproximadamente tres años. Esto incluía la ausencia de problemas de memoria o dolor crónico incapacitante, ausencia de cualquier enfermedad mental grave y ausencia de discapacidades físicas que limitaran las actividades diarias, así como la presencia de un apoyo social adecuado y altos niveles de felicidad y satisfacción vital.

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