“He tocado una cosa y me voy a contaminar, tengo que lavarme o le va a pasar algo a alguien de mi familia”, “no he cerrado bien el gas, puedo provocar un incendio”. Estos y otros pensamientos son los que pueden invadir la mente de una persona con TOC, un trastorno de salud mental que genera ideas “intrusivas”. Son las obsesiones que dan lugar a la ansiedad.
Lo explica a EFESalud el investigador del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) Carles Soriano. Y a partir de esa obsesión tan fuerte, se origina una compulsión con el objetivo de frenar esa ansiedad.
“Piensan que las consecuencias de contaminarse son gravísimas. Además, la compulsión es una conducta repetitiva que no se cierra, no se termina nunca, la gente con esa obsesión puede incluso lavarse las manos hasta que sangren”, añade Soriano sobre este trastorno.
La persona, por ejemplo, que tiene miedo a dejarse la llave del gas encendida comprobará que está bien cerrada una y otra vez. Se irá, volverá, se irá volverá, siempre tendrá la duda…
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