Mª Teresa Vicedo, vocal de Farmacia Rural del Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF), pone en valor la labor de este tipo de boticas al encontrarse en municipios donde son el único establecimiento sanitario a disposición de sus habitantes y explica el proyecto impulsado por el Colegio para apoyarlas.
¿Por qué son esenciales las farmacias rurales?
Son esenciales porque garantizan un servicio de interés público básico al tratarse del establecimiento sanitario más próximo en ciertas zonas rurales. Además, en estos municipios hay un envejecimiento de la población que deriva en un mayor número de enfermedades crónicas y en la necesidad de un uso racional de los medicamentos. La presencia de una farmacia abastece esa necesidad, acerca servicios sanitarios, realiza una función social como evitar la soledad no deseada y, al mismo tiempo, contribuye a revertir fenómenos negativos como la despoblación.
El MICOF realiza en colaboración con la Diputación de Valencia el proyecto de ‘Sostenibilidad de la farmacia rural y Viabilidad Económica Comprometida (VEC) como base para la mejora de la vida en el medio rural y su despoblación’. ¿En qué consiste?
El proyecto tiene dos vertientes. Una dirigida a mejorar el bienestar de la ciudadanía, ya que contribuye a la implantación y desarrollo de un programa de acción social dirigido a las personas que residen en el medio rural, en defensa de la justicia social, la inclusión y el respeto a los derechos básicos de todos los ciudadanos. Mientras que la otra parte del proyecto tiene por objetivo contrarrestar la delicada situación de las farmacias, que en su mayoría se encuentran en áreas con poca densidad de población y falta de servicios, entre otros aspectos.
¿A qué se destinan estas subvenciones?
Un 50% se destina a mejorar la calidad de las prestaciones profesionales de los colegiados, promoviendo entre otros su formación y la posterior implantación de servicios. Mientras que el otro 50% va dirigida a formación y educación a la ciudadanía para mejorar la atención sanitaria de los pacientes de la localidad en cuestión. Buen ejemplo de ello en la segunda edición son los circuitos saludables celebrados en noviembre y diciembre del pasado año.
¿En qué han consistido los circuitos saludables?
En ofrecer a la población que abastece a las Farmacias VEC un servicio profesional de cribado de aquellas enfermedades más prevalentes en la población. Para ello, se instalaron cuatro carpas en la vía pública de los distintos municipios para atender a todas las personas interesadas en conocer sus niveles de glucemia, de presión arterial, de adherencia a la dieta mediterránea y de niveles de creatinina. Una iniciativa que refuerza la labor asistencial de los farmacéuticos como profesionales sanitarios más próximos en estas zonas rurales.
Como farmacéutica comunitaria en Terrateig, ¿cómo es la relación con las personas que acuden a tu farmacia?
Tanto en el medio rural como en el urbano, la farmacia tiene un objetivo claro que es cuidar de la gente. En mi caso, al tratarse de un pueblo, la relación de cercanía y confianza con las personas que acuden a la farmacia es más que evidente. Saben que, para temas de salud, pueden contar conmigo en su día a día y, en el caso de que fuera necesario, derivarles a los servicios médicos. Soy su primer contacto con un profesional sanitario, como sucede en muchos municipios del ámbito rural; de ahí la importancia de estas farmacias, donde tanto yo como todos mis compañeros que se encuentran en la misma situación, estamos siempre encantados de ofrecerles la mejor atención por el bien de su salud.