Lograr una pastilla o píldora cuyo principio activo se active con luz y se desactive en la oscuridad no es ciencia ficción, según se desprende de un artículo publicado por investigadores del Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Journal of Medicinal Chemistry.
Ese tipo de fármaco, activado con luz desde el exterior sí es posible (es el caso del melanoma) o en el interior a través de un catéter con LED incorporado (caso de tumores en órganos), se extendería por todo el organismo, pero sólo estaría activo exactamente allí en la diana terapéutica, lo que redundaría en una mayor seguridad y menos efectos secundarios, ha explicado a este diario Laia Josa Culleré, investigadora del grupo Química Médica y Síntesis del IQAC y autora principal del trabajo. La molécula que ha desarrollado, y que precisa que se base en una ya existente previa, lo que hace es cambiar su estructura tridimensional cuando está en contacto con luz o en la oscuridad.
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