El Pleno del Consell de la Comunidad Valenciana ha aprobado un convenio entre el Consell Valencià de Col·legis Farmacèutics (CCFC) y la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública para coordinar actuaciones y servicios en esta materia, tal y como han informado desde el Gobierno. El acuerdo marco pretende propiciar el avance hacia nuevos servicios en Salud Pública.
“Es algo que estábamos esperando desde hace tiempo. Es la base para trabajar en servicios profesionales y pilotajes con salud pública”, explica Jaime Giner, presidente del Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (Micof). Una alianza que es importante porque establece creación de formación conjunta entre las instituciones, farmacéuticos comunitarios y de salud publica. “Para nosotros es muy importante haberlo firmado”, comenta Rosa Arnau, presidenta del Consejo de Colegios Oficiales Farmacéuticos de Valencia. Porque, como destaca la también presidenta del COF de Castellón (Icofcs), “la salud pública es una de las grandes desconocidas en nuestra profesión y que la Conselleria la reconozca, estimule y quiera reforzarla es muy bueno”. Por su parte, Jesús Juana Roa, tesorero del Colegio Oficial de Farmacéutico de Alicante (COFA), considera que “la colaboración entre las entidades siempre es positiva, aunque haya costado mucho trabajo sacarlo adelante”.
En concreto, dicha colaboración abarca cuatro ámbitos. Actividades de formación para el colectivo, campañas de información para los pacientes, investigación y divulgación científica y, por último, la colaboración con la Conselleria y los COF en la coordinación de acciones, servicios, e intercambio de información todo en torno a la salud pública. “La intención de que el personal esté formado para poder trabajar y llevar a cabo sus funciones desde el primer día”, puntualiza Roa. Por ahora este convenio es un comienzo y, a pesar de que el borrador está firmado, aún falta que Sanidad remita las pautas y formularios de lo que necesitan para, a partir de ahí, que los Colegios puedan empezar a trabajar.
En definitiva, el concierto crea una base para la participación del farmacéutico en programas que contribuyan a la mejora de la promoción y protección de la salud, prevención de la enfermedad y educación sanitaria de la ciudadanía. A través del desarrollo de servicios y actividades divulgativas sobre salud, acciones de apoyo a la formación o difusión de la información sanitaria.
El acuerdo contribuye a que la farmacia se involucre en cuestiones relevantes en materia de salud pública a través de la realización de actividades formativas de los propios profesionales para profundizar en la formación continuada y de esta manera optimizar su nivel científico y rigor profesional. Y gracias a ello, ofrecer servicios e información a la ciudadanía. “Había que firmar una serie de compromisos y tenía que ser en base a un acuerdo marco con la Administración”, argumenta el presidente del Micof. Por ejemplo, en programas de cribado de cáncer de colon o cáncer de cérvix.
Una doble vertiente que Rosa Arnau también estima fundamental para que los colegiados estén actualizados y puedan actuar hacia una ciudadanía que, en muchas ocasiones, desconoce esas competencias por parte del farmacéutico: “Es un paso importante en el reconocimiento de los farmacéuticos como agentes de salud pública dentro de la Administración”. Esta es la principal clave de un convenio que busca integrar la farmacia comunitaria con el resto de profesionales sanitarios. Una demanda que desde hace mucho tiempo está encima de la mesa. “El farmacéutico comunitario está un poco apartado, en otros ámbitos están más integrados porque forman parte del sistema”, reclama Giner.
Una reivindicación que comparte el tesorero del COFA: “Tenemos un potencial muy grande y con la pandemia se han dado cuenta”. Un personal cualificado que ha respondido cuando se les ha necesitado. “Hasta en lugar más recóndito de cada provincia hay un farmacéutico formado, con ganas de colaborar y que no se está aprovechando”, demanda.