Un análisis realizado con motivo del Día Internacional del Beso (13 de abril) por Cegedim Health Data España, la consultora europea de Real World Data y Real World Evidence, confirma que los adolescentes entre 15 y 19 años lideran el ranking, en cuanto a diagnósticos de esta enfermedad infecciosa.
Partiendo de que es una infección que casi siempre se transmite mediante besos o intercambio de saliva, es lógico que entre la población adolescente tenga su mayor incidencia. Lo llamativo es que, solo en 2022, esta infección ha supuesto en esta franja de edad un 32% del total de los diagnósticos. En contraste, a partir de los 20 años las cifras empiezan a bajar drásticamente. En la franja de 20 a 24 años la prevalencia de diagnósticos se mantiene en torno al 10%, de los 25 a 29 cae y se sitúa en torno al 8-9% del total, y a medida que aumenta la edad se reduce incidencia, llegando a cifras mínimas a partir de los 60 años.
Por el contrario, aunque la mononucleosis en menores de 14 años suele ser mayoritariamente indetectable por ser una infección subclínica (es decir, que causa pocos o ningún síntoma), este grupo de edad (0 – 14) aglutina el 34% del total de los casos de los últimos cinco años. No obstante, siguen siendo datos más repartidos entre las diferentes franjas de edad comprendidas, que por separado están muy alejados del pico que se produce entre la población adolescente (15 y 19 años de edad). Y es que también puede producirse el contagio si se comparten bebidas, alimentos o juguetes en niños muy pequeños que están en contacto constante con su saliva.
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