Aunque con la vejez se multipliquen los achaques, tener muchos años no se considera una enfermedad. Por eso, es difícil plantear ensayos para probar fármacos que tengan como objetivo tratar lo que nos pasa cuando el tiempo pasa. Sin embargo, hay varios grupos de científicos que quieren llevar a cabo grandes experimentos en humanos para comprobar si es posible actuar sobre el envejecimiento y los problemas de salud que lo acompañan. En EE UU, un equipo liderado por Nir Barzilai, director del Instituto para la Investigación del Envejecimiento de la Escuela de Medicina Albert Einstein, está a punto de emprender el proyecto TAME, una serie de ensayos con más de 3.000 participantes para probar el poder antienvejecimiento de la metformina, un fármaco empleado contra la diabetes. Para lograr la aprobación de la FDA, el organismo que decide qué medicamentos se comercializan en EE UU, analizará los efectos de la metformina en la prevención de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer o la demencia, todas ellas más frecuentes en la edad provecta.
La revista Science publica un estudio internacional que propone incluir la taurina entre las sustancias que pueden ralentizar el envejecimiento. Este aminoácido, famoso como aditivo en muchas bebidas energéticas, se encuentra de forma natural en el organismo y se puede consumir al ingerir carne, pescado o productos lácteos. En su artículo, los investigadores explican cómo han comprobado que, en todos los animales estudiados, los niveles de taurina en sangre descienden con la edad. En humanos, el equipo liderado por Vijay Yadav, de la Universidad de Columbia, observó que el nivel de taurina en las personas de 60 años era tan solo un tercio del de las de cinco. El investigador se interesó por la taurina durante trabajos anteriores sobre osteoporosis, cuando observó su función en la generación de hueso.
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