La motivación puede aportarnos el «qué» y la disciplina nos orienta sobre el «cómo» ayudarnos a establecer rutinas y hábitos para alcanzar metas. A continuación, te compartimos las claves para poner en práctica ambas

La motivación es el primer paso para actuar, la perseverancia es lo que nos ayuda a seguir. Ambas son necesarias en el camino para lograr los objetivos que nos proponemos.

Estar motivado nos invita a conectar con nuestros intereses y pasiones, con la emoción por alcanzar algo; mientras que ser disciplinado nos ayuda a dar un paso tras otro para llegar a donde queremos. Continúa leyendo y conoce algunas claves que te ayudarán a ejercitar la motivación y la disciplina en tu vida.

Motivación y disciplina: de qué se trata cada una

Muchas personas tienden a plantear la motivación y la disciplina como excluyentes. Como si la motivación fuera suficiente para desarrollar la disciplina o al revés: como si la disciplina fuera el insumo necesario para sostener la motivación.

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