Las técnicas quirúrgicas tradicionales se asocian, habitualmente, con altas tasas de disfunción eyaculatoria postoperatoria, y es por ese motivo que la investigación ahora está enfocada en modificar esas técnicas para intentar preservar la eyaculación, además de buscar tratamientos alternativos de intervención mínimamente invasivos.
Denominamos hiperplasia benigna de próstata (HBP) a un agrandamiento de la glándula prostática que aumenta de forma progresiva con la edad del varón llegando, en algunos casos, a obstruir el flujo de orina. Asimismo, pueden presentarse síntomas irritativos en el momento del llenado de la vejiga, frecuencia urinaria nocturna y urgencia para ir al cuarto de baño acompañado, en algunos casos, de incontinencia urinaria.
Se trata de una patología muy frecuente que afecta al 40% de los varones a partir de los cuarenta años. En los casos en que los síntomas son moderados y tolerables solemos indicar un tratamiento conservador con fármacos, pero en aquellos que son más graves y dificultan la vida cotidiana, el tratamiento quirúrgico es la mejor opción.
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