Existen varios factores que podrían guardar relación con el desarrollo deterioro cognitivo. Según diferentes estudios, estos factores se pueden clasificar en cuatro grupos:
- Factores no modificables: edad, sexo y genética
- Factores difíciles de modificar: nivel educativo y trabajo
- Factores protectores: hábitos saludables (deporte y dieta alimenticia), estimulación cognitiva (juegos mentales, escuchar música para mantener la mente activa y reunirse con amigos) y el conocimiento del paciente sobre su estado de demencia.
- Factores de riesgo: algunas patologías (depresión, hipertensión, resistencia a la insulina, obesidad), exposición a contaminantes, queja de memoria, el uso de algunos medicamentos (fármacos anticolinérgicos o benzodiacepinas), hábitos tóxicos (tabaquismo, consumo de alcohol) y baja higiene del sueño.
En base a ello y, una vez conocida esta lista de la A a la Z de factores asociados a deterioro cognitivo, el propósito del estudio publicado por Gil–Peinado M et al. fue medir la relación de estas variables en una población de pacientes de 50 años en adelante preocupados por su cognición.
Este estudio observacional transversal se llevó a cabo a lo largo de 24 meses y en él participaron 24 farmacias comunitarias, un centro de salud y un hospital. Los pacientes fueron cribados de deterioro cognitivo mediante tres cuestionarios validados: Memory Impairment Screen (MIS), Semantic Verbal Fluency (SVF) y Short Portable Mental State Questionnaire (SPMSQ). Aquellos pacientes que dieron positivo en, al menos, uno de los tres cuestionarios completados, fueron considerados en riesgo de desarrollar deterioro cognitivo. Además, se recogió información sobre las distintas variables a través de un cuaderno de recogida de datos y otros dos cuestionarios validados: Mediterranean Diet Adherence Screener (MEDAS-14) y Geriatric Depression Scale (GDS-5).
La prevalencia estimada de riesgo de desarrollar deterioro cognitivo fue del 22,6% en una muestra de 709 pacientes con una media de 69,3±10,3 años. Los factores de riesgo asociados gradualmente con deterioro cognitivo fueron la hipertensión, la soledad y la depresión. Por el contrario, los factores protectores asociados gradualmente a un menor deterioro cognitivo fueron el uso de Internet, la lectura y los trabajos intelectualmente estimulantes. Por último, vivir solo, tener diabetes, tomar benzodiacepinas y dormir más de 9 h mostraron una asociación estadísticamente significativa con el riesgo de deterioro cognitivo, mientras que realizar entrenamientos de memoria o tener antecedentes familiares de demencia eran característicos de los pacientes sin deterioro cognitivo.
En conclusión, se observó que para poder desarrollar estrategias de prevención para la demencia se requiere de una evaluación conjunta de la influencia de factores psicosociales, clínicos y relacionados con el estilo de vida.