Las altas temperaturas de este verano han provocado la proliferación de estos parásitos residentes en animales silvestres y domésticos

Las altas temperaturas del verano han traído consigo a las garrapatas, un artrópodo capaz de transmitir más de 50 enfermedades diferentes con su morderdura.

Estas son parásitos que residen en un gran número de animales silvestres y domésticos, se alimentan de la sangre de sus huéspedes y son mucho más peligrosas para los humanos de lo que se cree, ya que, según Fernando de la Calle, especialista en la Unidad de Patología Importada y Salud Internacional del Hospital La Paz, "cada vez es mayor el número de personas que acuden al hospital por esta causa".

En España, con seis especies de garrapatas registradas por el Centro Europeo para el Control de Enfermedades, las enfermedades más importantes para la salud humana son principalmente bacterianas, como la enfermedad de Lyme, la fiebre botonosa, la anaplasmosis o la tularemia, y parasitarias, como la babesiosis.

A la lista hay que sumar enfermedades víricas, como la encefalitis y la fiebre hemorrágica provocada por el virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, que tiene una mortalidad del 30% sin tratamiento.

El doctor De la Calle ha advertido que "durante los últimos años" se ha detectado "un incremento en las consultas por picaduras de garrapata". "Ahora estamos en una época fuerte, después de años atípicos por la pandemia y con la recuperación de la movilidad", ha explicado el especialista.

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