Elena Urrestarazu, especialista de la Unidad del Sueño de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), cifra en un 40% las mujeres que sufren insomnio durante el embarazo. Al final del período de gestación prácticamente todas se despiertan por la noche, aunque sin que ello suponga una queja de mal sueño. Isabel Bolón, matrona de atención primaria del área sanitaria de A Coruña, considera que incluso se puede superar ese porcentaje.
Según Bolón, los motivos suelen ser físicos y propios de la gestación, como la lumbalgia, el reflujo gastroesofágico o ardores, la necesidad de orinar con frecuencia, calambres o la angustia cuando se acerca el momento del parto. Otro problema frecuente es el síndrome de piernas inquietas, que lo padecen hasta el 15% de las embarazadas. También puede aparecer la apnea del sueño, como señala Elena Urrestarazu: “Si la mujer empieza a roncar y se levanta más cansada, hay que consultar con el médico porque podemos estar ante una apnea del sueño”.
Esta especialista advierte de que el insomnio puede acarrear consecuencias tanto para la madre como para el feto. En la mujer aumenta el riesgo de depresión postparto, de ansiedad y de dos complicaciones asociadas a menudo a la gestación: hipertensión y diabetes. En cuanto al bebé, existe más riesgo de que el parto tenga que ser por cesárea y de que nazca con bajo peso.
Noticia completa en Cuídate Plus.