La mayoría de las causas del mareo no suelen ser graves y suelen tener un tratamiento sencillo. En esencia, un mareo se produce cuando no está llegando suficiente sangre al cerebro. Lo que puede suceder por varios motivos, como la deshidratación, la exposición a algunos químicos, la caída en los niveles de azúcar o por una insolación, por ejemplo. Se pueden producir, incluso, por presenciar alguna imagen a la que somos especialmente sensibles, como una herida abierta o la sangre.
En general, podemos decir que los mareos 'per sé' no son algo grave, sin embargo, pueden ser la manifestación de que hay algo que no marcha bien en nuestro cuerpo y que ha provocado una caída en la presión arterial. Pero, ¿Cuándo nos mareamos al levantarnos? ¿Qué es lo que lo no marcha bien cuando esto ocurre?, ¿Deberíamos preocuparnos?, (...) a continuación, exploraremos estas y otras muchas cuestiones relacionadas con este tipo de mareos bruscos y repentinos y cómo debemos afrontarlos:
¿Qué es realmente el mareo?
Desde el portal especializado en salud “MedlinePlus” explican que, en realidad, cuando hablamos de mareo estamos hablando de dos síntomas relacionados, pero diferentes: la sensación de mareo y la sensación de vértigo. La primera es la sensación de debilidad… como de flojera en las rodillas, sudor generalizado y frío en la nuca. Y el vértigo, por su parte, se refiere a la sensación de que todo a nuestro alrededor está en movimiento, lo que nos hace perder el equilibrio. Como explicábamos antes, estas dos sensaciones suelen ir de la mano y suelen apuntar hacia una bajada en la tensión arterial.
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