Los niños pequeños suelen ser más susceptibles a las enfermedades que afectan a las vías respiratorias. “Esto se debe a que su sistema inmunológico es más inmaduro y, además, existe una exposición a diversos agentes y a infecciones en entornos como guarderías y escuelas”, explica Felipe Thorndike Piedra, pediatra alergólogo en el Hospital Universitari Mútua Terrassa (Barcelona). Según afirma el doctor, un alto porcentaje de las afecciones respiratorias suele ser de carácter leve y de poca importancia, como los resfriados y otros procesos víricos: “Son causadas principalmente por virus y pueden provocar síntomas como congestión nasal, tos, dolor de garganta y fiebre”.
El especialista señala que las familias suelen acudir frecuentemente para consultar sobre estos problemas de salud a centros de Atención Primaria y a las urgencias de pediatría, especialmente en lactantes y niños en edad preescolar. Pero Thorndike aclara que la mayoría deberían ser tratados sin necesidad de acudir al pediatra, mediante lavados nasales con suero fisiológico para la mejoría de la congestión nasal y/o antitérmicos en caso de fiebre o malestar: “Si se constatan signos de alarma como dificultad respiratoria o mal estado general, es entonces cuando es importante buscar atención médica adecuada, ya que puede ser preciso tratamiento específico o cuidados especiales”.
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