El marisco es saludable, siempre que se tengan en cuenta una serie de precauciones. Las intoxicaciones debidas al consumo mejillones, ostras y otros tipos de animales marinos son relativamente frecuentes

Las gambas, langostinos, mejillones y otros habitantes de los mares no son una mala opción. Tan solo conviene seguir las recomendaciones de los nutricionistas sobre ciertos riesgos que puede entrañar su consumo. Para empezar, la costumbre de chupar las cabezas no es muy saludable. Las intoxicaciones alimentarias son otro de los riesgos que hay que sortear.

El marisco "no es un componente fundamental de la dieta mediterránea”, señala Naiara Carretero, presidenta del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Castilla y León (Codinucyl), ya que en ella los alimentos principales son las verduras, las frutas, los cereales, el aceite de oliva y las legumbres.

Su presencia es algo mayor en la dieta atlántica, que es una variante de la mediterránea en la que se hace mayor hincapié en el consumo de pescado y marisco. “Se recomienda un consumo de 3 a 4 veces por semana, debido a su contenido en proteínas de alto valor biológico, ácidos grasos omega 3, calcio y vitamina D”, señala María González, presidenta del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Galicia (Codinugal). Entre 1 y 2 de esas raciones semanales corresponderían al marisco.

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