Durante los últimos años, se han ido aprobando nuevos alimentos para su consumo y esto ha generado ciertas dudas relacionadas con la seguridad para las personas. ¿Este miedo ha sido infundado o existe cierta realidad en todo ello?

A lo largo del siguiente post se va a explicar qué son los nuevos alimentos y otras preguntas frecuentes acerca de estos. ¡Adelante!

¿Qué son los nuevos alimentos?

Entran en la definición aquellos que no se utilizaban en cantidades significativas en la Unión Europea (UE) antes del 15 de mayo de 1997 y esté comprendido en al menos una de las siguientes categorías:

• Estructura molecular nueva o modificada.
• Que consista en microorganismos, hongos o algas.
• Que consista en material de origen mineral.
• Que consista en planta (con algunas excepciones).
• Que consista en animales.
• Consistentes en cultivos de células o cultivo de tejido.
• Nuevo proceso de producción.
• Nanomateriales artificiales.
• Vitaminas, minerales y otras sustancias si se han obtenido por un proceso nuevo.
• Si se un uso distinto a los complementos alimenticios.

En otras palabras, son aquellos alimentos innovadores y recientemente desarrollados, producidos con nuevas tecnologías y procesos de producción, así como alimentos que se comen o se han comido tradicionalmente fuera de la UE.

Los principios subyacentes que sustentan los nuevos alimentos deben cumplir las siguientes características:

• Seguros para los consumidores
• Estar etiquetados adecuadamente (para evitar engañar a los consumidores)
• En caso de que los nuevos alimentos tienen el objetivo de reemplazar a otros alimentos, los nuevos alimentos no deben ser nutricionalmente desventajosos.

¿Qué alimentos están catalogados como nuevos alimentos?

Dentro del catálogo destacan algunos alimentos como:

• Alimentos derivados de nuevos procesos de producción: alimentos tratados con UV. Ejemplos: leche, pan, champiñones y levadura.
• Nuevas fuentes de vitamina K. Ejemplo: menaquinona
• Extractos de alimentos existentes. Ejemplo: aceite de krill antártico rico en fosfolípidos de Euphausia superba.

Dentro de este grupo también destacan los insectos, aunque en la actualidad solo hay cuatro autorizados en el mercado:

• Larvas de gusano de la harina (Tenebrio molitor) que se venden congelados, desecados y en polvo.
• Langosta migratoria (Locusta migratoria) que se venden congelados, desecados y en polvo.
• Grillo doméstico (Acheta domesticus): que se venden congelados, desecados, en polvo y en polvo parcialmente desgrasado.
• Larvas de escarabajo de estiércol (Alphitobius diaperionus) que está disponible congeladas, en pasta, desecadas y en polvo.

Los insectos no tienen buena aceptación en la dieta de los europeos en comparación con otras culturas. Sin embargo, ¿por qué se deberían comer los insectos? ¿y por qué se están aprobando como alimentos?

Los insectos suponen una fuente alternativa de proteínas respecto a los alimentos tradicionales. Además, resulta más ventajoso debido a que suponen una reducción del consumo de agua para su producción.  Son muy eficientes en la conversión de alimentos por ser especies de sangra fría. La tasa de conversión alimento-carne, es decir, la cantidad de alimento que se necesita para producir un incremento de 1kg en el peso. En el caso de los insectos se trata de 2kg de alimento en 1kg de masa de insecto, mientras que el ganado necesita 8kg de alimento para producir 1kg de masa. Los gases de efecto invernadero son inferiores al ganado convencional. Asimismo, los alimentos se pueden alimentar de residuos biológicos como residuos alimentarios (abono o estiércol) y transformarse en proteínas de alta calidad.

Son seguros, ya que tienen un riesgo reducido de transmisión de enfermedades zoonóticas. No obstante, se estima que produce alergias alimentarias de aproximadamente del 2 al 4% de la población adulta y del 8 al 9% de los niños. Por ello, este nuevo alimento tiene ciertos requisitos específicos de etiquetado con respecto a la alergenicidad para evitarlas.

Por otro lado, también se están dado casos de carne cultivada. Este proceso se inicia con la biopsia de un animal, que, tras un cultivo de células de un medio bajo ciertas condiciones, se produce una masa de células.

Presentan ciertas ventajas respecto a la carne tradicional precisamente a que resulta más ético ya que no se sacrifica al animal, se reduce el contenido de gérmenes que habitualmente contaminan la carne y el uso de antibióticos. Reduce el consumo de: energía (7-45%) energía, (99%) uso del terreno, (96%) agua y (78-96%) la emisión de gases de efecto invernadero y aportan un mejor valor nutricional (modificables). También, contribuyen a la resolución del problema del incremento del consumo cárnico y es aplicable a diferentes tipos de carnes.

Finalmente se incorporan ingredientes para modificar texturas y sabores. Sumado a esto, también se crean alimentos tridimensionales a partir de depósitos de materiales a capas. Estos alimentos presentan ventajas ya que proporciona libertad para personalizar la nutrición de la persona -útiles en ciertas situaciones fisiológicas concretas como la disfagia-, se puede modificar el perfil sensorial y tienen una fecha de expiración más larga, son fáciles de transportar. Esto abre la puerta hacia nuevas técnicas y oportunidades para diseñas comida.

¿Cuál es la normativa?

Además, tienen una normativa propia basada en el Reglamento (UE) 2015/2283 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de noviembre de 2015 relativo a los nuevos alimentos (aplica desde el 1 de enero del 2018). En él -de forma simplificada- se indica lo siguiente:

• Amplían nuevas categorías
• Autorizaciones genéricas
• Simplificado para alimentos exóticos o
• Utilizados en terceros países
• Eficacia y transparencia
• Promoción de la innovación
• Lista de nuevos alimentos autorizados
• Autorización a nivel europeo (EFSA)

Por tanto, el consumo de alimentos puede suponer una ventaja tanto para la población como para el medio ambiente. Por esta razón, es importante que se propongan como alternativa para aquellas personas que prefieran su consumo.