Fuente: SER
Radio Valencia ha celebrado con éxito una nueva edición de Conversa: los diálogos de la Cadena SER con el objetivo de abordar el papel clave que tienen los profesionales farmacéuticos que trabajan en la salud pública. Esta charla, moderada por el Director de Contenidos de la Cadena SER en la Comunitat Valenciana, Julián Giménez, han participado Elisa Buenaga, farmacéutica de Salud Pública en la unidad de Sanidad Ambiental de la Generalitat en Utiel, Claudia McAllister, farmacéutica especialista en seguridad alimentaria en la Dirección General de Salud Pública de la Generalitat, y Vicenta Carbonell, vocal de Salud Pública del Colegio Oficial de Farmacéuticos de València.
Las tres profesionales han coincidido en la necesidad de cuidar la salud pública e invertir en profesionales para mantenerla, ya que ello supone una inversión futura que repercute positivamente en la sociedad. Explican que la labor que se desarrolla no se ve a simple vista, sino que se esconde tras acciones cotidianas que realizan las personas en el día a día, desde abrir un grifo en casa hasta comer de manera segura un alimento que se ha comprado en un comercio o supermercado.
Uno de los temas que ha centrado el diálogo ha sido la colaboración entre las farmacias y la salud pública. Esto ha ocurrido en un momento de alerta sanitaria para la población, como fue la pandemia del COVID-19, durante la que gracias a las farmacias se pudo llegar a más población a realizar pruebas para detectar la presencia del coronavirus. Por ello, según explica Carbonell, se ha demostrado que las farmacias "han trabajado mucho y muy bien" durante la elevada saturación de los centros de atención primaria. Considera que "se puede trabajar en salud pública también desde las farmacias". "Se pueden detectar precozmente las enfermedades y al final eso repercute en la ciudadanía", recalca.
La formación continua es necesaria para los farmacéuticos
Asimismo, la vocal del Colegio de Farmacéuticos de València ha aseverado que, cuando un farmacéutico acaba sus estudios tiene una base importante, pero que es al final con la especialización y los nuevos retos a los que hay que enfrentarse cuando verdaderamente se observa que hay que estar siempre al día. Carbonell explica que la administración está ciertamente limitada para formar a personas que no son funcionarios y que, por eso, la están llevando a cabo los colegios de farmacéuticos entre los mismos compañeros y compañeras.
Sobre esta formación especializada, por ejemplo, para tareas de inspección en seguridad alimentaria, Claudia McAllister afirma que cuando llega alguien nuevo, tal vez porque está realizando una sustitución, siempre está dos semanas formándose al mismo tiempo que está trabajando. Para ello, explica, lo acompaña y supervisa otro compañero. "Eso es invertir tiempo al principio para ganar luego en rendimiento".
Buenaga, McAllister y Carbonell han recordado que la formación en salud pública no está reglada todavía y que es "una reivindicación histórica". Recibir este conocimiento complementario y específico es más difícil, comentan, para aquellos que no están trabajando en activo o que no son funcionarios.
Concienciar a políticos y empresarios sobre la importancia de la salud pública
Al respecto de que los representantes políticos y los empresarios, sobre todo del sector hostelero o de la alimentación, tomen conciencia sobre la necesidad de velar y cumplir todas las recomendaciones para evitar que no haya ningún problema de salud pública, Buenaga cree que queda mucho por hacer. Pone un ejemplo: hace años, el alcalde de un municipio le afirmó que lo único importante allí eran las fiestas. Reconoce que se sorprendió mucho ante esa afirmación, "porque un Ayuntamiento es fundamental para controlar el agua en ese municipio", dado que "sin agua no hay ningún tipo de actividad".
En este sentido, McAllister explica que en el sector hostelero todavía hay algunas personas que creen que no va a pasar nada por seguir con determinadas prácticas incorrectas. Por eso, recuerda esta especialista en seguridad alimentaria, "ellos mismos deberían controlar todo para poner en el mercado un producto seguro". "Nuestra labor es verificar que ellos están realizando esa vigilancia y que lo hacen conforme a la legislación. El riesgo cero no existe, pero sí el riesgo mínimo asumible, y cada vez la normativa va más en esa línea para evitar problemas", ha manifestado.
¿Cómo está la Comunitat Valenciana en salud pública?
Sobre la situación de la salud pública en la Comunitat Valenciana, Vicenta Carbonell, vocal de este departamento en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de València, considera que esta autonomía es "puntera en seguridad alimentaria", pero que todavía hay asignaturas pendientes que hay que desarrollar. A la pregunta de si se debe reforzar la plantilla de farmacéuticos, ha destacado que "siempre hacen falta más, porque es personal que tiene posibilidades de inserción en muchos ámbitos en los que son necesarios". "Desde los Colegios de Farmacéuticos siempre reclamamos más personal cuando nos reunimos con la administración", ha dicho.
En este punto de vista han coincidido Buenaga y McAllister. Esta última ha puesto el foco en que la seguridad alimentaria está ganando más peso en los últimos años debido al cambio climático, a pesar de que siempre ha sido fundamental, pero que los trabajos se están intensificando. Al respecto, Buenaga ha puesto como ejemplo la proliferación de legionela en espacios donde está el agua acumulada, a consecuencia de la subida de las temperaturas, y que sobre todo en piscinas se han intensificado los problemas.
Tejer alianzas para reforzar la salud pública
Por su parte, Carbonell ha señalado que la colaboración y cooperación entre varios campos son más necesarios que nunca, ya que, considera, eso refleja las aportaciones de disciplinas muy distintas y que puede ser "muy interesante" el trabajo conjunto de un farmacéutico con un epidemiólogo y un analista. "Se abren nuevos retos y especialidades nuevas. Ante esos cambios, cada uno aporta y entre todos los profesionales podemos mejorar la salud pública", ha subrayado.