Los sarpullidos en bebés son erupciones pasajeras que hacen que la piel parezca inflamada y con un color rojizo. Es un síntoma frecuente que suele causar preocupación entre los padres, aunque en la mayoría de los casos no representan algo grave.
A veces, se aprecian en forma de pequeños granitos o ronchas, similares a los que se dan por la dermatitis o eritemas. Son más frecuentes poco después del alumbramiento, ya que la piel del recién nacido comienza un proceso de adaptación al ambiente.
Sin embargo, no hay que pasar por alto que algunas veces son el síntoma de intolerancias alimentarias o enfermedades de mayor cuidado. Por eso, si son recurrentes o si contienen pus u otro signo grave, lo mejor es acudir al médico para determinar a qué se deben.
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