Una de las alergias más comunes en humanos es a perros o a gatos. Estas vienen ocasionadas por proteínas que se encuentran en las células de la piel, saliva u orina del animal. Entre sus síntomas destacan los signos frecuentes de la rinitis alérgica, como estornudar o moquear y, en casos graves, algunas personas pueden experimentar dificultad para respirar, según avisa la Clínica Mayo.
Ahora bien, podemos ser propensos a este tipo de reacciones y desarrollar una alergia, pero... ¿También funciona al revés? ¿Los perros o gatos pueden ser alérgicos a nosotros? En el caso de los canes, esto les haría un flaco favor, teniendo en cuenta que están plenamente integrados en nuestras rutinas y día a día.
"Las tres categorías principales de alergias que vemos en perros y gatos son alergias a las pulgas, alergias alimentarias y ambientales", explica Heather Edginton, profesora clínica de dermatología en la facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell, en un reciente artículo de Live Science. "Por tanto, una alergia a los humanos entraría dentro de esta última, de las ambientales".
Por fortuna, los síntomas que pueden experimentar nuestras mascotas son leves y raramente ponen en peligro la vida del animal o son realmente peligrosos. "La reacción alérgica más extrema que pueden experimentar es una reacción anafiláctica", asegura Edginton, la cual puede conducir a la muerte, pero en muy raros casos. "Estas reacciones graves pueden ser provocadas por alergias alimentarias o picaduras de abejas, no tanto con el contacto con otros humanos".
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