Visto y comprobado: la evidencia científica se ha encargado de demostrar una y otra vez los beneficios que el tomate tiene sobre la salud. Un estudio reciente ha profundizado en la relación de esta verdura con el principal factor de riesgo cardiovascular: la hipertensión. En concreto, la investigación, publicada en el European Journal of Preventive Cardiology, concluyó que el consumo diario, tanto del tomate como de productos cuya base es este alimento, reduce el riesgo de hipertensión en un 36%.
Para obtener este porcentaje, los autores del trabajo preguntaron a 7.056 participantes (el 82,5% de ellos hipertensos) la cantidad de esta hortaliza que consumían al día. Las respuestas se dividieron en cuatro grupos: aquellos que tomaban menos de 44 gramos diarios, los que ingerían entre 44 y 82 gramos, los que comían entre 82 y 110 gramos y aquellos que consumían más de 110 gramos al día. Los resultados mostraron que las personas que comían una cantidad intermedia y máxima de tomate, reducían su presión, tanto diastólica (aquella que se produce entre latidos cuando el corazón se llena de sangre) como sistólica (la presión que se da en el momento en que los ventrículos bombean sangre fuera del corazón).
Los mecanismos implicados en la reducción de la presión arterial alta podrían atribuirse a la presencia de licopeno, el componente del tomate más estudiado y que bloquea la producción de angiotensina, una proteína que favorece el aumento de la tensión arterial. Otros elementos cardioprotectores del tomate son sus compuestos flavonoides particulares y la vitamina C, debido a sus efectos antioxidantes, anticancerígenos y antiinflamatorios.
Las consecuencias de la ingesta de tomate y de licopeno sobre la hipertensión han sido evaluadas en estudios epidemiológicos, que demostraron que su consumo redujo el riesgo de accidente cerebrovascular (26%), mortalidad (37%) y enfermedades cardiovasculares (14%). “De acuerdo con nuestros resultados en hipertensión, una ingesta elevada de licopeno mejora la salud cardiovascular en participantes de edad avanzada y con sobrepeso al reducir el riesgo de accidente cerebrovascular”, señala el nuevo estudio, que apunta además que se observó una disminución del 6% en la presión arterial alta al tomar una bebida de extracto de tomate (equivalente a seis tomates) en participantes prehipertensos.
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