El ginseng es una planta herbácea que crece de forma espontánea en zonas montañosas de Asia, pero su gran demanda en fitoterapia ha extendido su cultivo a otras partes del mundo. Según cuenta la leyenda, el dios de la montaña fue quien le entregó esta planta al ser humano y la llamó “el secreto de la vida”. Se le han atribuido innumerables propiedades terapéuticas, algunas de las cuales no cuentan con ningún respaldo científico, pero otras han sido corroboradas en distintos estudios. Su capacidad para estimular la resistencia del organismo en situaciones de sobreesfuerzo es uno de los ámbitos que más se ha investigado, con resultados muy alentadores. Entre los últimos estudios en esta línea destaca una revisión de 700 estudios realizada por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en la que se detalla que el ginseng como complemento nutricional puede ayudar al organismo a recuperarse tras el ejercicio físico, aumentar el rendimiento y prevenir la aparición de lesiones.
El nuevo estudio, publicado en la revista Nutrients, confirma el potencial beneficioso de la raíz de esta planta en la regeneración y renovación muscular. Borja Muñoz, preparador físico y uno de los autores principales del trabajo, señala que, sumado a una dieta equilibrada, “el ginseng puede suponer un extra para los deportistas o las personas que realizan ejercicio físico regularmente”. Además, precisa que el consumo habitual de ginseng “no tiene, en principio, ningún perjuicio en personas sanas, salvo en caso de contraindicación médica”.
Reducción del daño muscular debido a la práctica deportiva
Durante la práctica deportiva se producen daños en los músculos debido a la carga y la intensidad de trabajo que tienen que soportar. Estos daños son, fundamentalmente, de tipo inflamatorio. Los principios activos del ginseng están especialmente indicados para repararlos porque estimulan el sistema nervioso central, tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias y actúan como reguladores del cortisol, la hormona que ayuda al cuerpo a responder al estrés y participa en numerosas funciones metabólicas del organismo.
Según se ha podido apreciar, la ingesta a largo plazo de ginseng fomenta una atenuación de la respuesta de marcadores biológicos que son responsables del daño y la inflamación muscular inducidos por el ejercicio. Entre ellos se encuentran, principalmente, la creatina quinasa (CK) y la interleuquina 6 (IL-6). El consumo de esta planta medicinal también reduce y amortigua la aparición en sangre de lactato, que es un compuesto que produce el organismo ante la falta de oxígeno en el músculo causada por el sobreesfuerzo durante la actividad física. En concreto, la presencia de lactato disminuye la capacidad de contracción de los músculos, que es el principal motivo de la fatiga muscular.
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