Las lesiones por traumatismo en los testículos son frecuentes, ya que es una parte del cuerpo que se encuentra fuera y solo está protegida por el tejido del escroto. Como explican en la Clínica Cleveland, dependiendo de la gravedad del golpe recibido, el afectado puede requerir atención médica, especialmente en los casos de torsión testicular o ruptura.

Los traumatismos pueden provocar una torcedura del cordón espermático, produciendo a su vez una disminución del flujo sanguíneo, y también interfiriendo en la producción de esperma y hormonas. Los síntomas de un traumatismo en los testículos son dolor intenso en el escroto, moretones e hinchazón, dolor en la parte inferior del abdomen, náuseas, vómitos, fiebre, sangre en la orina y dolor al miccionar.

En una exploración médica para determinar el alcance de las lesiones, el doctor puede hacer varias preguntas y un examen físico. A su vez, estas comprobaciones se pueden completar con pruebas de ultrasonido. Lo habitual es pautar reposo por varios días y analgésicos para recuperarse de la lesión. En otras ocasiones, se pautan antibióticos ante la sospecha de una infección. Si fuese necesario, el paciente podría necesitar una cirugía.

Cuando un traumatismo testicular se complica, el paciente puede sufrir infecciones en la zona que pueden propagarse a otras partes del cuerpo, esterilidad, baja producción de testosterona o incluso problemas urológicos. A su vez, una lesión testicular no tratada puede llevar a padecer disfunción eréctil. Ante cualquier complicación, hay que acudir al servicio de urgencias.

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