FUENTE: La Razón
El estudio surge de la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili (URV), el Hospital Sant Joan de Reus y del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili, que forman parte de la red CiberObn del Instituto de Salud Carlos III.
En este proyecto se analizó la asociación entre 28 tipos de acilcarnitinas, metabolitos presentes en la sangre y que se han relacionado con la aterosclerosis, la resistencia a la insulina y la enfermedad cardiovascular. Se trata del primer estudio que relaciona el efecto de la dieta mediterránea con los niveles sanguíneos de acilcarnitinas y la enfermedad cardiovascular.
La dieta mediterránea es rica en aceite de oliva virgen, frutas, verduras, frutos secos, pescado y legumbres, un consumo moderado de vino tinto y reducido en carnes rojas, bebidas azucaradas y dulces. Por contra, un consumo elevado de carne roja, lácteos y huevos facilita más índice de acilcarnitinas.
Los participantes del estudio que seguían esta dieta tenían menos riesgo de sufrir incidentes cardiovasculares aunque tuvieran los niveles de acilcarnitinas más altos que los otros participantes que no seguían esta dieta.
Los investigadores seleccionaron aleatoriamente un millar de participantes, de los cuales se conservaban muestras de sangre al inicio del estudio y al cabo del año. Las analizó el Broad Insitute del MIT y la Universidad de Harvard (Estados Unidos) con las técnicas de la metabolómica.
Los resultados demostraron que los participantes que tenían niveles altos en sangre de acilcarnitinas de cadena corta y media tenían un 80% y un 50%, respectivamente de riesgo más elevado de sufrir enfermedades del corazón al cabo de cinco años.
El trabajo, en el que también ha colaborado la Universidad de Navarra, se enmarca en el proyecto PREDIMED, el principal estudio clínico de intervención nutricional en España, y uno de los más grandes del mundo, con el seguimiento de 7.500 personas durante diez años.