La atrofia multisistémica es un trastorno poco habitual y neurodegenerativo en el que se ven afectados el sistema nervioso autónomo y el movimiento.
Los síntomas que caracterizan este trastorno incluyen episodios de desmayo y problemas con la frecuencia cardíaca y el control vesical. En la etapa inicial, resultan similares a la enfermedad de Parkinson.
La atrofia multisistémica tiene una evolución rápida. El paciente, con el tiempo, dependerá de una silla de ruedas. Sufrirá, entre otros procesos degenerativos, una cateterización urinaria intermitente y disfunción ejecutiva.
La evolución del trastorno se valora usando la escala unificada de clasificación de la atrofia multisistémica. Esta cataloga las actividades de la vida diaria, la discapacidad neurovegetativa motora y la discapacidad general.
Desafortunadamente, cuando se trata de la atrofia multisistémica, el proceso degenerativo es inevitable, con un tiempo de supervivencia medio entre 6 y 9 años. Ningún tratamiento cura la atrofia multisistémica aunque existen una serie de medidas y medicamentos que ayudan a aliviar los síntomas.
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