Los pistachos son sin duda uno de los frutos secos más populares en España, y existen buenas razones para ello. A de más de sus propiedades puramente gastronómicas, cada vez tenemos más evidencias de que podrían ser un alimento con efectos muy positivos para nuestra salud cardiovascular, nuestro metabolismo o incluso nuestro cerebro.
Grasas saludables, fibra...
En general, y tal y como indica el portal de divulgación sobre salud Health, los frutos secos constituyen una adición muy saludable a nuestra dieta, ya que contienen una buena cantidad de grasas saludables (como el ácido graso omega-3), fibra soluble e insoluble y proteínas vegetales.
Este contenido nutricional explica muchos de los efectos beneficiosos de los frutos secos; por ejemplo, su alta concentración de fibra puede favorecer el crecimiento de ciertas especies bacterianas en nuestra flora intestinal (como especies de bifidobacteria o lactobacilli) con efectos antiinflamatorios (según ilustra un estudio publicado en la revista académica Plants).
Similarmente, los pistachos son ricos en una serie de compuestos antioxidantes flavonoides, como los flavonas y las antocianinas. Existen investigaciones que han encontrado que la ingesta habitual de flavonoides se asocia con un menor riesgo de deterioro cognitivo, como apunta una revisión de literatura publicada en el medio científico Neurology.
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