Las lesiones del ligamento cruzado anterior están aumentando de forma muy preocupante en las jugadoras de baloncesto. Un nuevo estudio aporta las claves para mejorar la prevención

Es un hecho: las mujeres sufren lesiones del ligamento cruzado anterior (situado en el interior de la articulación de la rodilla) con mucha más frecuencia que los hombres. Esto sucede en el fútbol, el bádminton y otras disciplinas deportivas en las que predominan los giros y movimientos rápidos de la rodilla, pero es especialmente llamativo en las jugadoras de baloncesto. Se calcula que el 16% de las chicas tienen riesgo de lesionarse este ligamento a lo largo de su vida deportiva, lo que supone un porcentaje demasiado alto.

“Las chicas tienen entre tres y ocho veces más de posibilidades de romperse el cruzado que los chicos”, expone Néstor Pérez, profesor de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios de Ciempozuelos (Madrid). Este fisioterapeuta y su equipo acaban de publicar un estudio en la revista Sports en el que ofrecen pistas muy valiosas para prevenir estas lesiones.

Otras lesiones, como los esguinces de tobillo, son también muy frecuentes en las chicas que practican baloncesto, pero se resuelven fácilmente. Las lesiones del ligamento cruzado tienen un tratamiento más complejo y el tiempo que transcurre hasta que las afectadas pueden volver a competir es significativamente superior.

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