El dolor abdominal es el principal síntoma de la apendicitis, un cuadro que puede producirse a cualquier edad, pero que es más frecuente entre los 10 y los 30 años

La apendicitis aguda es la inflamación del apéndice, una bolsa intestinal estrecha en forma de dedo de unos cinco o seis centímetros de largo. Se encuentra en la unión del intestino grueso (ciego) y el intestino delgado y es un motivo frecuente en las consultas de urgencias.

En concreto, desde la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), señalan que el dolor se localiza en la parte baja derecha del abdomen, conocida como fosa ilíaca derecha, aunque a veces la molestia empieza a nivel del ombligo. A pesar de que esta afección puede aparecer a cualquier edad, es más frecuente entre los 10 y 30 años.

Acerca de las causas de este cuadro, que surge de forma brusca, suele ser una obstrucción del mismo debido a restos de desechos de las heces o un aumento de tamaño de ganglios linfáticos. El apéndice produce constantemente mucosidad que se mezcla con las heces. Al ser el único órgano del tracto intestinal que no tiene salida, cualquier obstrucción en el drenaje de la mucosidad hace que esta se acumule y, por tanto, se produzca una dilatación en el apéndice.

La inflamación puede aumentar, llegando en algunos casos a una perforación del apéndice y a desencadenar una peritonitis (inflamación del peritoneo o de la cavidad abdominal), que puede ser potencialmente grave. El dolor abdominal se agrava con el movimiento, la respiración profunda o al cambiar de posición. Más allá de esta señal de alerta, el proceso suele acompañarse de náuseas, vómitos, pérdida de apetito, mayor molestia al tocar la zona y, en ocasiones, de flatulencias. Otros síntomas menos habituales son ardor al orinar, diarrea o fiebre.

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