El sedentarismo, la alimentación desequilibrada y el estrés pueden incrementar la grasa abdominal. Conoce los ejercicios, las dietas y otros hábitos efectivos para reducirla

La grasa en el abdomen se acumula cuando se consumen más calorías de las que se queman, entre otros motivos. Reducirla no es una tarea sencilla, requiere esfuerzo y perseverancia. Con este objetivo, la ingesta de proteínas, una buena higiene del sueño y una combinación de ejercicios se representan como algunos medios para quemar grasa abdominal.

Existen dos grandes subtipos: la subcutánea y la visceral. La segunda, alojada en mayor profundidad, presenta más riesgos para la salud. Rodea órganos como el hígado, el estómago y los intestinos, y su exceso está asociado a enfermedades cardíacas, diabetes e hipertensión. Por tal motivo, más allá de las cuestiones estéticas, considera los siguientes tips que fomentan un estilo de vida saludable.

1. Reducir carbohidratos y grasas trans en la dieta

Una de las medidas principales para reducir grasa abdominal es excluir o limitar los carbohidratos refinados de la dieta. Nos referimos a alimentos como dulces, pan de trigo, pastas, snacks, galletas, pizza, entre otros. Su reducción puede causar una pérdida de grasa abdominal, tanto en personas con sobrepeso como con riesgo de diabetes.

Aun así, los hidratos de carbono son necesarios en la dieta y puede reemplazarse por otros más nutritivos. Por ejemplo, avena, centeno, frutos secos, arroz integral y maíz. En este sentido, un estudio del 2010 observó que la ingesta de cereales integrales se asoció con un tejido adiposo visceral más bajo. Los resultados surgen de la comparación con el consumo de cereales refinados.

Por otro lado, las grasas trans, muy presentes en alimentos envasados y ultraprocesados, son otro factor de riesgo para el desarrollo de obesidad. Además, se asocian con enfermedades cardiovasculares y resistencia a la insulina.

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