El trauma se asocia a un riesgo tres veces mayor de un trastorno mental, así lo señalan los expertos. Conocer los síntomas es la base para poder hacer el diagnóstico correcto y para pautar el tratamiento adecuado

Más de dos tercios de la población mundial, es decir, algo más del 70% de la población ha experimentado, al menos, una experiencia traumática a lo largo de su vida y un 30% ha estado expuesto a 3 o 4 eventos. Cuando hablamos de trauma o situación traumática inmediatamente nos viene a la cabeza una agresión, una violación, una guerra o un accidente mortal, pero no sólo este tipo de situación pueden vivirse como un trauma y no siempre estas situaciones son vividas como traumas.

Un trauma es cuando "una persona experimenta eventos o circunstancias que son físicamente o emocionalmente dañinos o que amenazan su vida, y que tienen efectos adversos duraderos en su funcionamiento y bienestar mental, físico, social, emocional o espiritual", describe Alicia Valiente, psiquiatra y coordinadora de la Unidad de Investigación del Centro Fórum, Hospital del Mar, en Barcelona, una de las ponentes en el seminario Trauma y depresión, la herida (in)visible, organizado por Lundbeck.

Entre los traumas más habituales se encuentran la muerte inesperada de un ser querido, presenciar una muerte o lesión grave, ser asaltado, sufrir un accidente de circulación potencialmente mortal y experimentar una enfermedad o lesión que ponga en peligro la vida. Estas situaciones representan más de la mitad de todos los acontecimientos traumáticos vividos. Por género, los hombres informan de más lesiones, accidentes y agresiones físicas, y las mujeres, de más agresiones sexuales.

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