Aunque comparten algunos síntomas, la alergia a la leche y la intolerancia a la lactosa son afecciones diferentes. No obstante, es fácil confundirlas. Por tal razón, es importante conocer en qué se diferencian

Seguramente haz escuchado hablar de los lácteos y algunas enfermedades que se relacionan a su consumo. Las más mencionadas, probablemente, son la alergia a la leche y la intolerancia a la lactosa. ¿Existen diferencias?

Es fundamental tener en cuenta que, aunque ambas condiciones comparte algunos síntomas, producen afectaciones distintas en el organismo. Por eso, es primordial saber distinguirlas. La alergia a la leche en realidad es una alergia a la proteína de la leche de vaca, mientras que la intolerancia a la lactosa es la dificultad para absorber el azúcar presente en la leche llamado lactosa.

¿Qué contiene la leche?

La leche contiene varios nutrientes que son:

  • Proteínas: caseína y suero.
  • Carbohidratos: lactosa (compuesta por glucosa y galactosa).
  • Grasas y vitaminas.

Además de estos nutrientes, la leche tiene agua.

¿Alergia a la leche o intolerancia a la lactosa?

La alergia a la leche es una afección que, como afirma un estudio publicado en British Journal of General Practice, suele darse por la fracción proteica de la leche. La leche de vaca es la causa usual de alergia a la leche, pero la leche de oveja, cabra, búfala y otros mamíferos también puede causar esta reacción.

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