Desde hace siglos, la orinoterapia —también conocida como urinoterapia, uroterapia o urofagia— ha sido difundida como una panacea en diferentes culturas. Datos históricos sugieren que esta forma de medicina alternativa fue aplicada en la antigua Roma, Grecia y Egipto para tratar un sinnúmero de enfermedades. Hoy muchos siguen defendiendo su uso.
A través de contenidos virales en redes sociales, algunos usuarios afirman que beber orina, o aplicarla en la piel y en el cabello, tiene beneficios terapéuticos. Desde fortalecer el sistema inmunitario hasta combatir el asma, eliminar el acné y tratar las alergias, hay decenas de atribuciones que se le hacen a esta pseudoterapia.
Lo cierto es que no hay evidencias científicas que respalden su efectividad. Por el contrario, las investigaciones determinaron que el consumo de orina no es seguro y puede poner en riesgo la salud. A continuación, te contamos con más detalle de qué va esta práctica y cuáles son los peligros que acarrea.
¿Qué es la orinoterapia?
La orinoterapia es la ingesta o el uso cosmético de la orina humana con supuestos fines terapéuticos. Tales han sido las afirmaciones sobre sus bondades, que a lo largo de la historia ha recibido etiquetas como «el oro de la sangre» y «el elixir de la larga vida».
Sus defensores afirman que la orina tiene más de 200 sustancias disueltas en ella con potencial médico. El ácido úrico es una de las más mencionadas, por su participación en la producción y activación del ADN celular, la modulación de la inflamación, la secreción de algunas hormonas y el funcionamiento del sistema inmunitario.
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