Con el verano se cometen muchas imprudencias relacionadas con la exposición al sol. Muchas personas, sobre todo los más jóvenes, consideran que el moreno es algo atractivo y, para conseguirlo rápidamente, toman el sol sin las medidas de protección adecuadas. Es cierto que el sol es necesario y que tomarlo, con seguridad, es importante. De hecho, el sol “ayuda a nuestro cuerpo a producir vitamina D, esencial para la salud ósea y el sistema inmunológico”, informa a CuídatePlus José Luis López Estebaranz, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Fundación Alcorcón y Presidente del Colegio Ibero Latinoamericano de Dermatología (CILAD). Además, “una dosis moderada de sol puede mejorar nuestro estado de ánimo y ayudar a regular el ciclo del sueño, el truco está en “disfrutar del sol con moderación y protección”.
Y es que, por contra, tomar el sol sin protección con el único objetivo de ponernos morenos produce serios problemas en la piel. Como recuerda el especialista, “el sol emite radiación ultravioleta (UV), que puede dañar nuestra piel de varias maneras”. Las quemaduras solares, por ejemplo, “son el daño más inmediato y doloroso”. Según sus datos, “se estima que alrededor del 50% de los españoles sufren quemaduras solares al menos una vez al año. Los jóvenes de entre 15 y 25 años son los que más se queman, en parte porque suelen pasar más tiempo al aire libre y, a menudo, no usan suficiente protección solar”.
Pero no es el único daño que produce la exposición al sol sin protección, ni tampoco el más grave. A largo plazo, “la exposición repetida al sol sin protección puede causar envejecimiento prematuro, como arrugas y manchas solares”.
Aunque, sin duda lo más preocupante es “el aumento del riesgo de cáncer de piel, incluyendo melanoma, que es el cáncer más agresivo”.
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