Las intoxicaciones alimentarias no son exclusivas del buen tiempo pero casi. La diarrea es uno de los síntomas más habituales que produce consumir un alimento contaminado. Descubre por qué se produce y cómo evitarlo

El buen tiempo y el verano son el caldo de cultivo idóneo para virus, bacterias y toxinas, patógenos que pueden ser responsables de una intoxicación alimentaria y que, entre otros síntomas, provocarían la aparición de diarreas o vómitos.

Generalmente cuando enfermamos por comer un alimento contaminado o por una gastroenteritis lo normal es que el proceso sea autolimitado y mejoremos en unas 24-48 horas. En ese tiempo debemos asegurarnos de estar bien hidratados y de comer, si lo toleramos, una dieta blanda.

Normalmente cuando nos intoxicamos con la comida aparecen las diarreas. Las deposiciones suelen ser blandas, líquidas e inminentes. “Debemos preocuparnos si son muy oscuras porque eso podría indicar que hay sangre en las heces y habría que acudir al médico”, así lo explica a CuídatePlus Guadalupe Blay, responsable del Grupo de Trabajo de Endocrinología y Nutrición de la Sociedad Española de Mëdicos Generales y de Familia (SEMG).

Blay aconseja paciencia en estos procesos: “La diarrea no hay que cortarla en el primer día, salvo que haya otros síntomas como fiebre, debilidad o calambres… La naturaleza es sabia y se defiende y elimina aquello que no tiene que estar con nosotros”. Eso sí, si los síntomas son agudos y no mejoran, Blay aconseja acudir al médico.

Noticia completa en Cuídate Plus.

Farmacias abiertas y de urgencia más cercanas