El cuerpo humano no está bien preparado para sobrevivir a las temperaturas extremas. El verano de 2022 fue el más caluroso jamás registrado en Europa y estuvo caracterizado por una serie de olas de calor que batieron récords de temperatura. Un estudio ha estimado que entre el 30 de mayo y el 4 de septiembre de ese año se produjeron 61.672 muertes atribuibles al calor, más de 11.000 de las cuales se registraron en España. Entre los distintos trastornos que pueden propiciar las olas de calor, la consecuencia más letal es el denominado golpe de calor, que es el sobrecalentamiento que sufre el organismo debido a las altas temperaturas y se produce cuando la temperatura corporal sobrepasa los 40º C.
Aún es pronto para saber si el verano de 2024 batirá récords de temperaturas, pero las previsiones no son demasiado halagüeñas. Según explica a CuídatePlus Rosa Pérez, coordinadora de SEMES Divulgación en la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, un golpe de calor es “un conjunto de síntomas que pueden, en su globalidad, ser peligrosos”. Las manifestaciones pueden ser neurológicas, metabólicas y cardíacas.
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