Caminar tiene muchos beneficios para la salud. Ya sea que se haga con marcha lenta o rápida, activa el metabolismo y mejora la capacidad cardiovascular. La caminata afgana es una disciplina que intenta reunir estos provechos físicos con la relajación mental y la meditación.
La base está en moverse largas distancias al ritmo de inhalaciones y exhalaciones controladas. No se precisan elementos adicionales y, si bien requiere práctica para su dominio, es muy sencilla y apta para todos.
¿Qué es la caminata afgana y en qué se diferencia de las demás?
También es conocida como senderismo meditativo. Está inspirada en los nómadas de Afganistán, quienes buscan una armonía entre la marcha y la respiración.
Más específicamente, el origen se puede remontar a la tribu Maldar. Se trata de un pueblo comerciante, habituado a recorrer grandes distancias desérticas, cuyos miembros pueden alcanzar los 60 kilómetros diarios y hasta 700 kilómetros en 10 días.
El objetivo histórico de la práctica para esta tribu fue reducir el desgaste físico. Con el tiempo y la repetición, la comunidad afgana incorporó mayor resistencia para sus desplazamientos con un cansancio menor.
Usan como método una forma de respiración nasal, consistente en efectuar inhalaciones profundas y exhalaciones largas en el intervalo de ocho pasos. Con esta sincronía, aumentarían el rendimiento y potenciarían los beneficios del senderismo para la salud.
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