Fuente: Valencia Plaza
El presidente del Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF), Jaime Giner, se muestra ilusionado con el peso creciente de la profesión farmacéutica y su mayor reconocimiento en el Sistema Nacional de Salud. Reflexiona sobre situaciones como el mayor envejecimiento de la población, algo que es positivo porque significa una mayor esperanza de vida, pero que supone a la vez que haya más enfermos crónicos. En definitiva, personas que tienen enfermedades con las que convivir, lo que supone que “hay más pacientes que atender durante más tiempo, por lo que debemos hacerlo del modo más eficiente, y los farmacéuticos queremos colaborar porque estamos capacitados y tenemos esa vocación”, afirma.
-Con la llegada del verano, desde el MICOF colaboráis con Salud Pública para ayudar a combatir las altas temperaturas a través de una campaña. ¿En qué consiste?
-El verano pasado ya iniciamos esta colaboración y tenemos que insistir porque es una situación cada vez más acuciante. A través de la campaña «Actúa con dos dedos de frente» transmitimos a las farmacias la previsión de temperaturas extremas para que lo comuniquen a su vez a las personas más sensibles. Pretendemos concienciar a la población y reforzamos este mensaje distribuyendo 118.000 abanicos recordando los efectos peligrosos del calor. También lo difundimos a través de redes sociales o celebramos webinars para ayudar a los farmacéuticos a aconsejar de la mejor manera posible.
-Desarrolláis muchos proyectos dirigidos a la sociedad. Uno de los más recientes está centrado en combatir la soledad no deseada. ¿Cómo ayudáis en este sentido?
-La soledad no deseada es una realidad para muchas personas que se van aislando cada vez más, lo que deriva en problemas mentales, depresiones y situaciones muy duras. Formamos a los farmacéuticos comunitarios para que puedan detectar a las personas que se encuentran en riesgo de exclusión social por soledad. También, en colaboración con los Servicios Sociales Municipales, ayudamos a mejorar su salud emocional. Existe un problema oculto en las zonas urbanas, no es solo del mundo rural. Es más difícil de detectar en la ciudad y las farmacias pueden servir para observar cambios de carácter o rutinas, incluso su propia ausencia, que puede dar lugar a una alarma que se traslada a los servicios sociales.
-Además, desde 2022 habéis ayudado en el autocuidado a 1.400 personas con enfermedades crónicas a través del proyecto «Xarxa Pacients». ¿Cómo va su evolución?
-Es un hito muy importante que empezamos a trabajar antes de la pandemia y luego tuvimos que retrasar para iniciarlo en septiembre de 2022. Se trata de formaciones gratuitas para el empoderamiento de personas con enfermedades crónicas. Los propios pacientes son quienes lo imparten y cuentan su día a día y cómo lo superan. De este modo, muestran que es posible salir adelante y evitar el aislamiento. Queremos seguir creciendo para llegar al máximo número de pacientes posibles en las distintas patologías. Es un proyecto que se amplía porque cada vez nos lo demandan más y nos ilusiona poder ayudar de este modo.
-También en relación con las enfermedades crónicas, desde el MICOF defendéis la colaboración e integración del colectivo farmacéutico con el Sistema Nacional de Salud. ¿Se está avanzando en este sentido?
-Sí, se ha avanzado mucho y estamos satisfechos. Independientemente de que hemos iniciado un programa de integración de la Farmacia Comunitaria dentro del Sistema Nacional de Salud, en colaboración con la Universidad de Granada, estamos trabajando en programas piloto para colaborar con Atención Primaria. Al mismo tiempo, hemos consolidado un Servicio de Dispensación Colaborativa de la medicación hospitalaria para pacientes externos a través de Farmacia Comunitaria, permitiendo así que no se pierda la cadena farmacéutica en la entrega y dispensación de estos medicamentos, siempre con el asesoramiento del profesional farmacéutico. Así logramos que el medicamento llegue en las mejores condiciones al paciente evitando molestias y desplazamientos innecesarios. También estamos trabajando con el nuevo convenio de prestaciones con la Administración y falta consolidarlo dotando de más recursos a la Farmacia Hospitalaria y a la Unidad de Pacientes Externos porque supone un trabajo adicional para ellos. La integración y comunicación entre Farmacia Comunitaria y el sistema sanitario es fundamental para ofrecer un servicio de calidad.
-Durante el verano, las farmacias son un punto sanitario muy a mano para turistas y la población en general por su proximidad. ¿Puede la atención farmacéutica en síntomas menores ayudar a aliviar la presión asistencial del Sistema Sanitario?
-Siempre ha sido así. Lo que ha cambiado es el hecho de registrarlo incorporándolo a la historia, lo que nos permite obtener datos que ayudan a la eficiencia y mejorar el servicio. Ofrecemos formación sobre síntomas menores para detectar una posible enfermedad más seria que hay detrás de un síntoma leve. No diagnosticamos, no es nuestra función, pero sí podemos detectar algo anormal y remitirlo a medicina de Atención Primaria o donde corresponda. Los farmacéuticos están preparados para ello. Además, pueden detectar medicaciones incorrectas y prestar adecuado asesoramiento. Ya no solo en verano, sino que en todo momento detectamos situaciones de colapso sanitario, listas de espera largas, y podríamos resolver un porcentaje alto para ayudar a descongestionar el servicio.
-El MICOF destaca por su amplia y diversa organización de jornadas y actos de cara a reforzar y visibilizar las diferentes especialidades farmacéuticas. Sin ir más lejos, en junio celebrasteis la VI Jornada de Dermofarmacia. ¿Cómo ha sido su acogida por parte de los profesionales farmacéuticos?
-Acudieron más de 155 farmacéuticos y fue una jornada muy bien acogida, poniendo de relieve que el farmacéutico puede realmente aconsejar sobre esta materia de un modo especializado. Este año versó, particularmente, sobre el cuidado dermatológico de la mujer que, no olvidemos, va evolucionando en función de la edad y tiene unas necesidades en cada momento. Fue todo un éxito y muestra de la proximidad del farmacéutico al paciente. En septiembre seguiremos con jornadas de alimentación dirigidas a pacientes que requieren una alimentación especializada, como es el caso de los oncológicos. Los colegios profesionales tenemos la obligación de formar porque debemos cuidar de la sociedad y proporcionarle la mejor información posible en los ámbitos que nos competen.
-En febrero acogisteis el 23 Congreso Nacional Farmacéutico en Valencia, organizado en colaboración con el Consejo Nacional de Colegios de Farmacéuticos. ¿Se cubrieron las expectativas?
-Las expectativas se sobrepasaron, sin ánimo de ser pretenciosos, quedando todos muy satisfechos. Contamos con más de 2,000 asistentes, se produjeron 416 comunicaciones científicas, registrándose más de 400 impactos en medios de comunicación y 12.000 interacciones en redes sociales. Era un evento muy esperado en Valencia porque no se había celebrado nunca aquí. Evidenció la importancia del farmacéutico en el futuro de la sanidad. Contamos además con la presencia del conseller de Sanidad, Mariano Gómez, que avanzó algo muy importante para la profesión, como es su integración en el sistema sanitario y la comunicación entre nosotros. Estamos muy pendientes de la futura revisión del convenio de prestaciones, que también adelantó, y la incorporación de nuevas funcionalidades de receta electrónica de la que estamos a la espera de mayor concreción.
-El 29 de mayo el MICOF presentó junto con la Universitat de València la Cátedra de Uso Racional del Medicamento. ¿En qué consiste?
-Desde el Colegio estamos viendo que la sociedad y la ciencia avanzan muy rápido y a menudo nos desbordan, por lo que tenemos que dar un paso en el ámbito de la investigación en la propia farmacia, especialmente para mejorar el trato y atención al paciente. La cátedra de Uso Racional del Medicamento es importante para que el medicamento se investigue y haga el efecto esperado en el paciente, averiguar si lo toma adecuadamente, si se produce adherencia, también para mejorar la información al paciente, incrementar la colaboración y coordinación entre Farmacia Comunitaria y medicina de Atención Primaria y Especializada, así como con el resto de los profesionales farmacéuticos que trabajan en el hospital. Con esta cátedra, además de investigar, se quiere desarrollar formaciones para farmacéuticos y entregar un premio de investigación.
Por otro lado, desde 2020 tenemos una Cátedra de Deterioro Cognitivo en la Universidad Cardenal Herrera CEU, para su detección precoz y favorecer un envejecimiento saludable. Se ha desarrollado también alguna tesis doctoral y otros trabajos científicos propiciando que el MICOF ponga en marcha un servicio profesional con un cribado del deterioro cognitivo. A través de una entrevista y la obtención de datos podemos detectar el avance y remitirle al profesional adecuado, porque la única manera de frenarlo es con un diagnóstico precoz.
-Venís impulsando los llamados Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales (SPFA) con el objetivo de asistir a la población en la toma correcta de medicamentos o en el cuidado de su salud. Un ejemplo es «Prevenim Ictus», cuyo programa piloto se está realizando actualmente en Sagunto y Puerto de Sagunto. ¿En qué consiste?
-Es importante tratar de conseguir que el ictus no llegue a producirse y detectar a personas susceptibles de padecer un evento de este tipo en un futuro próximo. «Prevenim Ictus» consiste en la detección de personas con fibrilación auricular no diagnosticada (arritmia), que es un síntoma de los más importantes que puede devenir en la aparición de un ictus. Mediante un tratamiento no invasivo y unas preguntas sencillas se pueden detectar factores asociados a esta enfermedad. Creemos que va a tener resultados importantes y esperamos que se pueda extender al resto de la red sanitaria.
-¿Cuáles son el resto de los servicios profesionales que vienen ofreciendo a la población?
-Venimos desarrollando distintos servicios profesionales, unos relacionados con el medicamento como son el servicio «Al día» mediante el cual el farmacéutico realiza una revisión de botiquín o «Recorda» a través del cual los pacientes polimedicados tienen los medicamentos en dispositivos multicompartimentales para organizarlos en días y evitar olvidos en la medicación. También está el «Revisem» con el que el farmacéutico supervisa la medicación y realiza un examen de la farmacoterapia para optimizar el impacto y mejorar su seguridad.
Se desarrollan también servicios profesionales como el de «Seguimiento del paciente hipertenso» o el «Detecta sucre» que hace un cribado de personas susceptibles de sufrir diabetes en el futuro. «Sense fum» es otro destinado a ayudar en la deshabituación tabáquica por su tremendo perjuicio, porque el tabaco es responsable de un gran número de enfermedades (ictus, cardiovasculares, cáncer, etc.).
En definitiva, intentamos no solo dispensar medicamentos sino conseguir que sean más eficientes en el paciente aprovechando nuestros conocimientos, que además se van a ampliar en el plan de estudios con asignaturas dirigidas a mejorar la parte asistencial para colaborar con el sistema sanitario ayudando a mantener la máxima calidad.
-Tenéis muchos proyectos en marcha, ¿en qué os vais a centrar en este segundo semestre del año?
-El gran proyecto para este año es la negociación de un nuevo convenio de prestación farmacéutica en el que debemos tener el papel que merecemos y del que debe nacer una atención farmacéutica de alta calidad, trabajando transversalmente todos los profesionales sanitarios de Farmacia, Enfermería y Medicina. Para 2025, celebraremos la segunda jornada de Levante Farmacéutico, que realizamos junto con Murcia, que será la sede de este año, colaborando con esta Región porque nos enriquece a todos.