Para muchos las vacaciones de verano son sinónimo de tiempo al aire libre y de actividades en la playa. Si estamos acostumbrados a entrenar seguiremos haciéndolo con las mismas garantías con las que lo hacemos el resto del año. Pero ¿qué pasa si aprovechamos el tiempo libre para ponernos en forma? ¿Cómo evitar lesionarnos?
Pablo César García-Sánchez, director de título del Grado en Fisioterapia de UNIE Universidad, explica a CuídatePlus que cuando nos lanzamos a darlo todo para aprovechar las vacaciones hay que ser cauto porque hay más posibilidades de lesionarse. “En verano se dan las condiciones para que sea más sencillo hacerse daño si no te hidratas bien, si tienes sueño y estás más cansado”, apunta García-Sánchez.
Calentar para preparar el cuerpo
Por eso es muy importante empezar cualquier actividad calentando y estirando sin importar sin la actividad que vayamos a realizar sea en el agua o fuera de ella. “Si no estamos acostumbrados a hacer ejercicio todos los días realizar unos ejercicios de movilidad articular o unos estiramientos o simplemente empezar la actividad a un ritmo más lento puede ayudar a preparar el cuerpo antes de ponerse a hacer ejercicio”.
Además no hay que ignorar las señales de fatiga del cuerpo y hay que evitar forzar las articulaciones, ya que la arena puede aumentar la resistencia y el esfuerzo necesario para moverse.
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