Quemarte la lengua por ingerir alimentos o líquidos demasiado calientes es una experiencia incómoda. Se pueden dañar las papilas y la mucosa lingual, causando dolor, afectando el sentido del gusto y dificultando la alimentación.
Por fortuna, la mayoría de las quemaduras en la lengua no son graves y los tejidos se curan con rapidez. Las lesiones superficiales no requieren ningún tratamiento específico. Solo las profundas o muy extensas necesitan atención médica.
No obstante, ya que las molestias incomodan las actividades cotidianas, puedes aplicar algunas acciones para sobrellevar mejor el proceso de cicatrización. ¡Mira cuáles son!
1. Enfría la zona
Tan pronto como ocurra el accidente, enjuaga tu boca con agua fría. Esta práctica sencilla ayuda a reducir la temperatura de los tejidos dañados y alivia la sensación de ardor. Además, te permite limpiar la zona afectada y contener la inflamación inicial.
Sigue bebiendo líquidos fríos durante varios minutos para mantener la boca fresca. Con ello evitas que el calor ocasione más daño.
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