FUENTE: La Vanguardia
La enfermedad de pian es una infección que ulcera la piel e inflama loshuesos y que sufren 100.000 niños cada año en el mundo más pobre. Con zapatos, agua corriente y jabón no la sufrirían, pero es endémica al menos en decenas de islas del Pacífico, en los bosques del centro de África, y hasta hace tres años, en las zonas más pobres de la India. En los estados más pequeños y recónditos, como la República de Vanuato o las Islas Salomon, han logrado eliminarla sin apenas presupuesto: sólo con una píldora por persona, una sola toma, de un antibiótico que en España se usa para las bronquitis y las anginas, la azitromicina, y que cuesta medio euro para los adultos y 20 céntimos para los niños.
Esta estrategia de erradicación la inventó un joven médico de Arenys de Munt, Oriol Mitjà, y le dio todo su aval la OMS hace dos años. “Funciona: a 36 meses de la prueba piloto la bacteria no ha reaparecido”, explica el médico, que es investigador de ISGlobal. Mitjà es una celebridad aquí: premio Príncipe de Girona, estratega de infecciones olvidadas de la OMS desde que explicó cómo acabar con la infección, profesor en la UB, y protagonista de un documental que se estrena este martes en Caixa Forum donde se explica toda su peripecia contra la enfermedad de pian.
“Pero allí, en Lihir, donde sigo trabajando de médico, soy más querido; porque yo curo a sus niños”. Allí su hallazgo, publicado en las principales revistas científicas, prácticamente ha eliminado una enfermedad que padecía el 30% de sus habitantes.
Una píldora salvadora
La enfermedad de pian la provoca un bacteria y causa ulceraciones en la piel e inflamaciones en los huesos. Muchos niños cojean por ellas. La medicación, una sola píldora tomada una vez, revierte en días todas las lesiones salvo las que se han convertido en crónicas.