La inflamación de los pechos es dolorosa y debilitante, por lo que muchas madres, sobre todo primerizas, dejan de amamantar.

Las noticias en torno a los beneficios de la lactancia materna hacen que muchas mujeres se sientan presionadas a hacerlo, a pesar de que a veces padecen dolor, terminando por abandonarla por el sufrimiento que sienten y el malestar del recién nacido al estar incómodo y no poder mamar. Este es el caso de las madres que padecen mastitis. “Es una de las principales causas de abandono no deseado y, en ocasiones evitable, de dar el pecho. Se trata de la inflamación de la mama durante la lactancia que puede estar o no acompañada de infección”, explica el doctor Guillermo Álvarez-Calatayud, pediatra del hospital Gregorio Marañón de Madrid y uno de los coordinadores del comité científico del Consenso Nacional sobre Mastitis. Exactamente, según la Asociación Española de Pediatría (AEP), esta afección es la inflamación de uno o varios lóbulos de la glándula mamaria que ocasiona dolor, hinchazón, calor y enrojecimiento en los pechos, acompañada o no de infección, generalmente es unilateral, aunque puede darse bilateral, y además del tejido glandular suelen afectarse otras estructuras de la mama.

Este experto explica que una de cada cuatro mujeres padece esta inflamación, y añade: “Es la primera causa de tipo médico para un destete precoz o indeseado”. De media, entre un 20 y un 25% de las madres está en riesgo de desarrollar mastitis, patología cuya incidencia alcanza el 10% entre las mujeres que dan el pecho, según la AEP. Un dato relevante que puede ser prevenido y que merece visibilidad durante la Semana Mundial de La Lactancia Materna, que cada año se celebra del 1 al 7 de agosto.

Noticia completa en El País.

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